13, pienso ahora… claro: día de (mala) suerte? Más bien creo que día de brujas, y eso es lo que me pasó. Me salió la bruja. Estacioné mi auto en el espacio reservado al CCE (estaba autorizada, claro) y al bajar piso, como todos los días, unas bolsas de basura que están prolijamente depositadas en la acera. Con toda parsimonia, golpeo enfrente de donde están las bolsas y me abre una señora de cierta edad (cincuenta y pico), de pelo rubio ceniza. Alta. Le sonrío y le sugiero que si no es molestia para ella, que por favor no deposite la basura ahí, que me resulta desagradable tener que pisarla todos los días. Ella se enoja y me mira con cara de malísima, y me contesta que pone la basura donde se le da la gana porque la calle es de ella. Me sorprendo (aunque me hace gracia, siempre me pasa cuando alguien actúa de forma inesperada y odiosa), y le digo (con tono burlón, lo acepto) que creo sinceramente que la calle NO es de ella. Todo esto, claro está, fue adquiriendo un tono cada vez más subido. Le digo que voy a hacer la denuncia correspondiente, porque no está permitido tirar basura a cualquier hora y en cualquier lado como en el medioevo. Me dice que haga lo que quiera, y le pregunto el nombre. “qué te importa”, me contesta y me cierra la puerta en la cara. Pienso en una palabra que le moleste y le digo chau gorda, consciente de que eso es peor que si le dijera idiota o cerda o mugrienta o cualquier otro epíteto directamente ofensivo. Sigo caminando y casi en la esquina, escucho un “insulto” tardío: “¡viejaaaa!”. Me sonrío, comprobando otra vez que en la sociedad mediocre en que vivimos, la palabra “vieja”, o “viejo” son usados como insulto. Pero el incidente me estimuló, y subí el ascensor sonriente, y se me escapó una pequeña carcajada, rápidamente reprimida al ver la mirada de mi compañero de ascensor. Eso (el incidente de la calle) no terminó ahí, pero el resto no tiene importancia y no tengo ganas de contarlo ahora.

Estoy leyendo “La novela luminosa” de Mario Levrero (querido Mario), y creo que estoy plagiándolo (en parte) o inspirándome en él, apropiándome de su obra, etc. No me preocupa, ya que él confiesa estar plagiando a Rosa, otra escritora que le dio por escribir un autorretrato o “diario”, como le llaman. La empecé hace un mes, estoy emocionada con la lectura.

Bueno, del CCE nada. Todavía ando con el video dentro de la máquina. Y por qué mencioné lo de las brujas ni idea, hoy no es 13. (?)

Etiquetas: setiembre 06

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