De mañana llevé el “fusca” al mecánico. Después me fui a correr, para liberar tensiones. Cuando volvía, cerca de las canteras del Parque Rodó, vi lo que me pareció en un principio una pareja discutiendo hasta que me di cuenta que en realidad era un chorro que le había afanado a una chica un bolso. La chica gritaba y el tipo salió corriendo y cruzó y pasó cerca de donde estaba yo con Yaguá, mi perra cimarrona, mirando. Me vino un impulso y salí corriendo atrás del tipo y gritando ¡chorro! Yaguá corría divertida delante de mí. Llegamos corriendo a una bajada empinada y el tipo se tiró sentado, yo bajé corriendo y así lo alcancé, y le gritaba que me devolviera lo que había robado y lo agarré del buzo y Yaguá me saltaba a la cara a mí, super excitada, pensando que jugábamos, en vez de saltarle al tipo. Pero de cualquier forma el tipo le tenía miedo (no creo que me tuviera miedo a mí) y me dijo que ya había tirado el bolso, que no tenía nada. En ese momento se acercó corriendo un muchacho que estaba con una chica y un bebé de unos dos años tomando sol y también le gritó que me devolviera lo que me había robado. El plancha dijo que no tenía nada y lo dejamos ir (más bien se fue solo sin pedir permiso y cruzó la calle). El otro me dijo que me fijara en el bolso para cerciorarme que no faltara nada, y le dije que no era mío, que se lo había robado a una chica que caminaba por la rambla. Así que salí trotando para tratar de alcanzar a la chica y la divisé a unas tres cuadras. En un ratito la alcancé y le di el bolso, ella estaba llorando y no podía creerlo y yo tampoco, en verdad. Estaba pensando en por qué me metía en esos líos cuando la chica dijo que le habían robado el celular que todavía no había terminado de pagar. Y miró hacia la vereda de enfrente y dijo “¡ahí va!” y a mí me salió decir “¡dale, lo alcanzamos!” y salí corriendo de nuevo y cruzamos la rambla y lo seguimos hasta el fondo de la facultad de ingeniería sin que nos viera. Ahí vimos que hablaba con dos muchachos y la chica dijo “pa, está con otros, mejor nos vamos” y yo le dije “qué importa, dale, vamos a sacarle el celular”. El muchacho se separó de los otros dos que estaban sentados y nosotras corrimos a cortarle el paso gritando de nuevo ¡chorro! ¡ladrón! Y nos dimos cuenta de que los que estaban sentados eran estudiantes y que seguramente intentó venderles el celular. Cuando nos oyó salió corriendo de nuevo y nosotras atrás (convertidas en su peor pesadilla, pobre) y le dije a la perra “¡vamos Yaguá, agarre!” e insólitamente Yaguá salió corriendo atrás del chorro y le saltó a la cara tirándole tarascones y justo cruzamos delante de un grupo de trabajadores de la construcción que estaban sentados a la sombra de un árbol y tenían unos cuzcos que salieron corriendo atrás de Yaguá y del chorro, y los hombres también se levantaron a correrlo, y apareció otro que dijo “¡fue por allá!” y al final lo alcanzaron y lo bajaron y le sacaron el celular. Uno dijo “que devuelva lo que robó y déjenlo ir”, lo que me pareció bien, porque algunos aparentaban estar muy dispuestos a pegarle. Mala suerte, la del flaco. Les dijimos gracias por la ayuda y nos fuimos caminando, yo no daba más de tanta corrida y la chica no podía creer que había recuperado todo. Creo que esto me debe pasar porque en casa hace como una semana que hay albañiles arreglando un baño, y eso es estresante, todo está lleno de polvo y ya los odiamos y estamos deseando que se vayan de una vez.
Taller de Jordi. Estuvo interesante. Inauguración del último video de Jordi en el cubo del CCE. No lo vi completo, yo salgo de los talleres o de editar cansada de ver imágenes. O de correr.
Voy a tratar de ir más temprano para verlo en paz. Y para irme de casa más tiempo.
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Por suerte Pablo salvó el video, cuando llamé a las 9:00 de la mañana ya estaba todo listo, pero me dijo que había unas rayas que no sabía si eran un error o parte de la imagen. Como no recordaba ninguna clase de raya como parte de la imagen, volé hasta el Centro Cultural, remonté los dos pisos en dos segundos y cuando llegó Pablo me mostró las rayas, que nononono eran parte de la imagen, eran un error, pero fácil de corregir. Lo corregí y le avisé a Pablo que ya podía grabarlo en un DVD. Me fui feliz.
Me fui a almorzar a casa y después volví a la Ciudad Vieja, al CCE, porque empezaba un taller con el artista catalán Jordi Colomer. Antes de eso acompañé a Sofi a probarse ropa a “Frau” que queda en la esquina, me tuve que ir porque se me hizo re tarde. Por suerte, porque tengo facilidad de entrar en un comportamiento compulsivo consumista y todo era muy lindo y a Sofi todo le quedaba también muy lindo.
Terminó el taller y yo volvía a casa e iba a dejar a Alejandro en la Universidad, se rompió el acelerador del “fusca” y me quedé en la mitad de Mercedes y Florida (lindos nombres pero horrible lugar). Alejandro y otro chico que pasaba corriendo me ayudaron a arrimar el coche a la vereda y se fueron; llamé a Car-up y esperé media hora aburrida y congelándome. Por hacer algo, hice unos registros de los autos que pasaban. Al final vino el mecánico y le hizo un arreglo provisorio y volví a casa por Maldonado. La vuelta fue bastante crítica porque cada vez que frenaba (por algún semáforo o para no pisar a alguien) el coche se aceleraba más y hacía un ruido terrible, como el del motor de un avión a punto de despegar. “Cupido motorizado no”, pensé y cada vez que tenía que frenar me zambullía entre los pedales para desacelerarlo a mano. Al fin llegué. Lo dejé en el garage y me fui al Patio Biarritz en el auto de Julio a encontrarme con los narrares.
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Lugar: CCE, segundo piso, laboratorio. CRA.
Video terminado (por fin!!! Yupiiiiii!!) Imágenes. Audio. Todo listo. DVD pronto para grabar. Mañana traigo un mini DV para guardarlo en buena resolución.
Exportar movie. Mierda. Se colgó la máquina. Lo dejó por la mitad. No pasa nada… Probamos de nuevo… ups… Y de nuevo… ups… Y de nuevo... gulp. Mierda. Nooooooooooooooooo! Bué, tranqui. Ommmmmmmmmmmmmm.
Orden: exportar.
Respuesta: ya está exportado (otras palabras, pero ese concepto).
Resultado 1: se escucha solo el audio y no hasta el final.
Resultado 2: no se ven las imágenes.
Resultado 3: Teresa en crisis.
Resultado 4: Ommmmmmmmmm (Intento de autocontrol. Fallido)
Resultado 5: incredulidad, negación, protestas (del tipo “esto no me puede pasar a mí” ”no, no puede ser”)
Resultado 6: la máquina dice “premiere ha detectado un problema y debe cerrarse”.
nononononononolaputamadrevoyabuscarapablo
(subo al tercer piso)
ayayaymónicaporfavornecesitohablarurgenteconpablo.
Respuesta: "Pero Teresa, Pablo ya se ha ido."
noooooooomematomemueroseperdiótodoelvideoyanoestádesapareciósecolgólamáquuina.
Respuesta: "Tranquila, que lo llamo a Pablo al celular. Toma, habla con él."
pablomemuerolamáquinamedejósinvideoonotengoimágenessolounpedacitodeaudioquenome sirveparanada.
A través del tubo del teléfono, voz de Pablo: "A ver contame qué pasó."
estabaexportandoysecolgóydicequeyaestáquenoexportamásqueyaestáexportadomeestájodiendonopuedocreerquehayaperdidotodoeltrabajo.
Voz de Pablo, tranquilizadora (y tiene 23 años): "No apagues la máquina, apagá solo el monitor que mañana a primera hora lo veo y lo rendereo de nuevo. Guardalo como proyecto nada más."
tábienmañanatellamoaverquépasóperosisepierdememuero.
(Me fui a casa, un récord: 10 minutos de la Ciudad vieja a Canelones y Requena). Casi piso a un montón de idiotas. Casi choco dos veces por culpa de unos tarados. Creo que el mundo no hubiera perdido nada.
Resultado 7: aceprax, valium, aspirina, antiácidos, agua tónica, asado, pan crocante, frutillas con crema y baño de chocolate caliente…
Resultado 8: me fui a dormir. Creo que dormí bárbaro, por lo menos no me acuerdo de nada.
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¶ 05:55 0 Comentarios
Mi casa es un despelote. Cuando me voy un fin de semana todo se desorganiza, vuelvo y dejo todo tirado y no me dan ganas de guardar cada cosa en su lugar. Necesitaría un mayordomo o un ama de llaves para que me ordenara la ropa, los roperos y doblara todo bien prolijito. Uffff… Ya me pondré a arreglar. Qué embole. Lo que pasa es que me enferma ver todo eso tirado, entonces me voy. A otro lado. O a trabajar en la máquina. O a cocinar. O a pasear con las perras. A lo que sea.
Ah! hoy escuché en la radio y vi en la tele la conmemoración en NYC por el 11 de setiembre. Mostraron otra vez las torres derrumbándose. También me enteré del despelote que se armó acá en Uruguay porque metieron presos a unos militares involucrados con violaciones a los derechos humanos durante la época de la dictadura. Torturas, asesinatos, desapariciones. Uno de los militares procesados se reía. Otro se suicidó. Del mundo árabe no escuché nada. Debe de estar todo tranquilo por allá. Escribo esto para hacer hincapié en el hecho de que no vivo totalmente al margen de los sucesos socio-políticos de la época histórica que me tocó vivir.
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Pesca en Santa Lucía. Almuerzo en la chacra. Tranqui. Volvimos a Montevideo por Pirlápolis.
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¶ 16:38 0 Comentarios
Julio y yo nos fuimos a Santa Lucía. Salimos temprano. Un día hermosísimo, de sol, nada de frío, ni viento. Julio fue a probar un reel a la playa y yo lo acompañé con un sillón y un libro. Y un sándwich. De jamón, lechuga, queso y aceitunas. El frente y el fondo de la casa sigue tapizado de fresias, y el aroma invade todos los rincones. Un placer. De noche asado, claro.
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¶ 16:27 0 Comentarios
