Hoy me desperté con el convencimiento de que para mí es (y será) imposible ser feliz. Ya sé que hay mil tratados de filosofía que estudian el tema de la felicidad, pero no me refiero a eso, lo mío fue muy simple. No sé bien qué soñé, solo sé que había una chancha gorda y gris que además no era una chancha, era una especie de pez gigante con patas. No sé si esa imagen repugnante tuvo que ver con el convencimiento de que no soy feliz ni voy a serlo nunca. A eso de las 10 am salí a correr, como todo los lunes y miércoles y viernes, con Paca (Yaguá todavía no puede correr tanto, por la operación de los codos) y seguí con el ánimo de bajón que traía del sueño y todo el tiempo me preguntaba por qué mierda estaba corriendo. Lo que sé, lo racional, es que quiero pasar los 10 km, pero sobrada, con resto. Para eso tendría que correr 20 km. Pero no sé para qué. Me gusta correr, pero tampoco es algo que me deje una sensación de alegría plena ni de felicidad incomparable. Lo que me gusta es respirar bien, etc, etc. Creo que estoy angustiada, y que solo quiero trabajar. Aislarme, estar sola. Hoy corrí bastante más rápido que otros días porque quería llegar a casa a pintar, a prender la computadora, bajar correo, subir imágenes al blog, trabajar con las imágenes que tengo seleccionadas. Tengo muuuuuchas ganas de fumar de nuevo, hace 18 días que dejé de fumar, pero decidí que esta vez es la de-fi-ni-ti-va. (Aunque se sabe, esa decisiones de-fi-ni-ti-vas son muuuuuy factibles de cambios). Escuché el otro día por la radio que los dependientes de algún vicio son (somos) sujetos que tienen algún duelo no resuelto. Y que eso provoca una angustia tan grande que el sujeto (yo, por ej) no puede soportarla (a la angustia) y cae en la compulsión al consumo al que lo arrastra su viiiiiiicio particular, vergonzoso, indecente, oprobioso. Claro, a mí no se me ocurre ir a jugar a la ruleta, o ir al hipódromo, o comprar opio ni heroína ni hachís ni nada de eso. Mis vicios son chi-qui-ti-tos y socialmente aceptados. (Super yo de Tere: no te engañes, los vicios son todos iguales, son basura, infames, impúdicos, te hacen caer, caer y caer y llegar a lo más, más, y más bajo). No sé qué duelo no resuelto tendré, pero lo que sí tengo son unas terribles ganas de emborracharme. Quiero llegar bien abajo!!!! ¿Al fondo?

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Trabajé en la pintura todo el día. Mucho. Feliz. Sola. Puse música bien fuerte y cuando pasaba hacia la cocina bailaba un rato con Yaguá, que se excitaba mucho y se ponía a ladrar y a aullar como un oso. O como un osezno. Paca no me daba ni bola, está acostumbrada.

Fui a hacer una llave nueva para el fusca, la llave de la puerta, porque dos por tres me dejo la llave adentro, así que voy a poner una enganchada en otro llavero, el que tiene la llave de la puerta de casa.

De tardecita fui con Julio a llevar a las perras hasta el lugar donde siempre las baño, y a veces también me baño yo. No me pude resistir e hice unos registros del atardecer, desde una de las penínsulas rocosas antes de llegar a Punta Carretas.

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Julio sigue en Porto Alegre, llega esta noche a Carrasco. A las 12. Sofi sigue en Punta del Este, y Ale y Marce se fueron a Punta del Diablo.

Hoy: corrí los 9 km con Paca, arreglé algo del jardín y me encerré en el taller a seguir con el trabajo. Va bien. Saqué unos registros. Ojo. Creo que ya me entusiasmé demasiado con esto de subir retratos míos. (Tere, como te quiero, chuick, chuick, chuick). Pero sigo estando sola conmigo todo el día. Por suerte, la paso bien. En realidad es horrible: prefiero estar conmigo que con otros.
Cuando salgo a correr (con Paca) no llevo la cámara; capaz que es mejor que empiece a llevarla, así hago registros más representativos del entorno.

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¶ 12:01 0 Comentarios

Sigo dibujando, esto es muuuuuuuuy lento, tengo que ser muy minuciosa. Pero también quiero terminar de subir al blog los días de enero que tenía atrasados, no quiero dejar mi autorretrato para atrás. Todavía no puede estar inconcluso. No mientras yo viva. Es un compromiso. Conmigo, claro, que son los únicos compromisos que sirven. (Aparte, si cambiás de opinión, cambiás el compromiso). A Rocha llevé un cuaderno para anotar los sucesos diarios. (Intrascendentes, como todo lo que le pasa a uno en la vida, este autorretrato-diario es una constatación).

Confieso que hoy hice unos registros de mis pies, como vengo haciendo desde hace tiempo, y un poco al disimulo subo al blog alguna parte de mi cuerpo. Un perfil al pasar, medio como de casualidad, pies, etc. Hay algo que hace que yo quiera colocar mi imagen en el autorretrato, así que lo voy a hacer. No sieeeeeeeeeeempre mi retrato, pero alguno de vez en cuando, por lo menos para constatar el paso del tiempo, o los cambios de mi cara, o del peinado, o del color del pelo. Así que ahora sin disimulo, subo registros míos. Al final, estuve conmigo sola todo el día. Soy con quien más estoy.

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¶ 15:04 0 Comentarios

Julio se fue de madrugada a POA, me quedé sola en Montevideo. Paz. Hice unos registros muy malos de partes de la obra que estoy por pintar, para eso, para que quede registrado. Me propongo pintar y terminar con todo el trabajo atrasado, terminar de leer “El último canallla”, de autor aún inédito, aunque sé que es de Eduardo. Empecé a dibujar en el bastidor. Mañana termino los dibujos.

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¶ 14:08 0 Comentarios

Cuando nos levantamos estaba muy frío, helado, contrastando con el calor del sábado (38º), el domingo había que usar camperas y buzos de lana. Desayunamos en la casa de mamá y después nos fuimos a Piriápolis a almorzar con Jota, Carmen y María. Los chiquilines se habían acostado tarde, menos María, así que se quedaron durmiendo. Se podía caminar encima de ellos que no se despertaban. Saqué la foto de un paisaje cualquiera, típico de Uruguay y me quedé sin pilas. En Piriápolis fuimos a una marisquería, claro. Brótola grillé, exquisita, blanca, tierna, jugosa. Cuando terminamos el almuerzo, Jota y flía volvieron a la chacra y Julio y yo volvimos a Montevideo. De noche vinieron a casa Fede y Andrea, a Andrea ya se le nota un poco la panza. No pude tomar registros porque se me habían descargado las pilas de la cámara. Y el cargador no funcionaba. El lunes tengo que llevarlo a arreglar.

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¶ 14:01 0 Comentarios

De mañana Julio y yo hicimos el consabido recorrido por el Chuy, pero fue rápido porque hacía calor y queríamos ir a la playa.

Volvimos a la estancia y nos cambiamos y nos fuimos a la playa de la Coronilla, con Joso, Cori e Inés. Desde ahí caminamos hacia el sur, hacia donde empieza el Parque Nacional de Santa Teresa. Una belleza de día, de sol, de agua. Un calor impresionante, no te daban ganas de salir del agua. Terminé con las yemas de los dedos arrugadas, como pasitas de uvas. Almorzamos en Ojos de agua y nos fuimos temprano para la chacra.

En el camino hacia Maldonado hice pila de registros de nubes. Quería dejar constancia de que me gusta mirar las nubes. Capaz que hago registros de nubes más sistemáticamente.

Queríamos ir a Piriápolis a algún restaurante a comer mariscos, pero todos estaban muy cansados, nadie quería salir y finalmente Jota hizo un asado. Nos fuimos a dormir temprano. De madrugada se levantó viento y se vino un temporal, así, de golpe, como son los temporales acá. Viento, rayos, truenos, lluvia y frío. Me desperté con el ruido de un rayo. Enseguida me volví a dormir.

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¶ 08:24 0 Comentarios