Fui a correr con Paca y Yaguá. Hacía frío, aunque menos que ayer. Igual fui bien abrigada, no quiero enfermarme, odio la gripe, estar enferma, sentirme mal, tener que estar en la cama transpirando y con dolor de cabeza y dolor en el cuerpo y etcétera. Je. Digo todo esto como si fuera muy original. Claro que todo el mundo debe odiar sentirse mal. Aunque sería una buena excusa para hibernar. No, hibernar dolorida, no.

Julio se iba a POA y después de dejarlo en la Terminal fui hasta el Planetario donde presentaban un libro de la editorial “Artefato” (que es la editorial que nos va a publicar la colección “Narrares”, y también tocaba una banda de música de la que no me acuerdo el nombre. Me gustó la música, algunos instrumentos sonaban bien, sobre todo el saxo y el bajo y el baterista era bueno. No sé por qué había un tipo que a veces cantaba y a veces gritaba. Y otras veces aparecía una chica que cantaba de forma muy monótona, con una voz olvidable y encima no se entendía nada de lo que decía; en realidad el audio era bastante malo, tampoco se entendía mucho cuando hablaban. Capaz que eran buenísimos y a causa de los amplificadores y todos los chirimbolos que usan para subir el volumen sonaba horrible. El espacio era chico, circular, y se me ocurre que sin amplificación hubiera sonado mejor. Pero no sé. No soy especialista en el tema. Más bien no entiendo nada de amplificación. No sé por qué se me ocurrió decir que la música era buena. Después volví a casa como a las diez y media de la noche medio congelada y me tomé una sopa caliente y me metí en la cama a leer.

No hice registros. Llevé la cámara pero me olvidé.

Etiquetas: agosto 06

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