Cuando me levanté estaba lloviendo. Lloviznando, más bien. Me vestí como para salir a correr, no me importa mucho que llovizne cuando corro. Menos en verano. Si llueve a cántaros es molesto, digamos, pero en verano siempre tengo mucho calor. Paró la lluvia y salí. Cayó otra lloviznita y después apareció el sol, brillante y el cielo se despejó. Corrí, tratando de encontrarle un motivo a la corrida. No encontré ninguna respuesta. Corro porque soy idiota. Aparte de eso, una pequeña razón momentánea es que correr me ayuda a sacarme la ansiedad por la nicotina.
De tarde estuvo el Chino por casa, hace 2 años que no lo veía, estaba en España trabajando. Está re lindo, y feliz de estar en Montevideo. Ojalá no tuviera que irse otra vez.
Etiquetas: enero 06
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
Suscribirse a
Entradas [Atom]