Montevideo. Estuve pensando que esto, este blog y estas imágenes y textos que subo, no tienen nada de autorretrato, en realidad es un registro de flashes, instantes mi vida, y encima tramposo, porque elijo lo que pongo. Es como un diario. Yo tenía un diario cuando era chica, cuando tenía 12 años, y creo que escribí todos los días durante una semana. Con dibujitos y todo. Lo tengo por ahí. Siempre empezaba: “Querido diario…“ Y si me salteaba un día, al otro día le pedía perdón: “Querido diario, perdoname que ayer no te escribí…“, era como si me dirigiera a otra persona, no a mí. Era yo, pero a la vez era otra persona. Prematuros rasgos ezquizofrénicos que nadie detectó. A veces me pregunto si a todos los que escribieron un diario en su vida también les pasó eso. En realidad, no me importa saberlo. Y sigo deprimida, capaz que es por haber dejado de fumar, ya va casi un mes que no aspiro nicotina. Pero no quiero fumar de nuevo. Pinté y pinté. Hice toda la gama de grises (9) que necesito.