Chacra. Llovía y hacía frío. Me dediqué a bordar unas flores sobre mi vestido. Odio bordar, en realidad estoy cosiendo unas mostacillas, pero es casi lo mismo. Julio quería salir a navegar, pero a mí me dio frío y no había llevado abrigo suficiente. Me quedé un rato en el muelle, sacando fotos del agua y de las nubes. De noche fuimos a cenar a un restaurante que queda en Piriápolis, el restaurante es en la casa de un lugareño que cocina muy bien, y desde hace algunos años se dedicó a cocinar para extraños. Hay que reservar mesa, es un lugar pequeño (el living de la casa y parte del patio) y siempre está lleno. Cayeron los chicos, pero no había lugar para todos. Inés, María, Marcela, Nubia, Jotita, Sofi, Lucía y unos amigos de María.